Es difícil prever el viento que va a hacer en el barranco en el que vivo. Sueltan palomas a cada rato mientras las brumas juguetean al escondite con la cumbre verde que no recrea ni un suspiro en aras de un mundo mejor. Levantarse y ver todo esto: la cadencia lenta de andares diferentes como parodiando algún tipo de broma que quiere convertirse en obra de teatro decadente. No sé... al viento sigue sin importarle una mierda y yo imito al viento.
Luego están esos descosidos que silban desde un punto lejano intentando encontrar el retrato perfecto para no parecerse a ellos mismos; galanterías aparte, podría decirse que se retratan en deformografía adornada de valores en el fondo inexistentes, como olas queriendo decidir cuándo y cómo se van a comer la costa.
Todos tienen miedo a que esto se disuelva y no recordar; ...o que no los recuerden.
Yo digo... ( ) <--- eres/soy lo que hay dentro.
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