lunes, 22 de agosto de 2016

John Doe es un alien I Entrada 102

John entró en el bar y pidió una cerveza. Se la bebió caliente por no protestar, adaptándose  a la mezcla de humo, sudor y mala educación de aquel lugar infecto. Nadó entre las miradas de los bichos disecados en las paredes, imaginando ser uno de ellos durante eones: vigilante, científico de una raza distante esperando ser recogido. Sí, les diría que reventaran el lugar; que mataran a todos para perfeccionar el vaivén cuántico y hacer sitio a la nueva carne. Con el tercer trago salió de esa ensoñación barata robada a la desesperación. ¡Qué grande hubiera sido descamar a los bípedos él mismo! Ya embriagado, salió a la calle, sin puntos y aparte ni leyes-mierda. Miró arriba: en la Luna se recortaba la nave imaginada: tan sofisticada y letal como había soñado. ¿Soñaba? Rió. Ondas, partículas, conexión creada. -¿Habéis venido a buscarme? -preguntó. La respuesta fue clara, tranquilizadora... En ese momento se sintió ligero, transportado. Miró atrás: las lenguas de fuego lamían un planeta que debió morir hace tiempo. -Adiós -dijo. Por un rato contempló el mar rojo purificador. Luego miró a sus iguales. Acariciado por sus mentes, se despidió del cuerpo y empezó a recordar. Ya libre, prometió volver a cagarse en el erial resultante. El próximo cúmulo de galaxias acogería sus carcajadas. 

Ya en su planeta, John se mete en la máquina de SIMULACIÓN: John entró en el bar y pidió una cerveza. Tiró al suelo el brebaje caliente y se los cargó a todos.

Bien por John ;)

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