Ayer no fue un día precisamente inspirado para Doe. Los hados sólo se dedicaban a traer noticias de cosas que la civilización podría haber arreglado hace tiempo, con eso que llaman humanidad y razonamiento de por medio.
Luego el día se diluyó entre las típicas trivialidades y algún pensamiento regalado al frío. Un ojo a la red social encostrada en la espalda del mundo; una música que suena de repente para aliviar los sonidos del exterior; una cápsula de diálogo que rellena cualquier pequeña grieta que empieza a abrirse.
Esta mañana enciendo la tv y veo a la Gainsbourg en una peli francesa de la que no recuerdo el nombre. Comedia, sin substancia, pero la tía llena la pantalla y me dan ganas de escribir algo que nada tiene que ver con ella?.
Y escribo: "Hay agujeros en medio de la bruma que vi. Me hizo pensar en los vacíos del mundo, tan llenos de nada que quieren colapsar sobre sí mismos. Submarinos se mueven entre reflejos acuosos cazando reluctantes ondas humanas que incitan al asesino desde el abismo. Los colores de la tribu que avanza entre la hierba alta no significan más que la cucharilla, ahora, revolviendo el café sin mácula. Es una pena que la premura por llegar haga menos comprensible el viaje entre tambores con mensajes inenarrables sobre la falta de ritmo, pensamiento, ilusión y desastre. -Charlotte -me digo sin que sufran los nervios-. Ayes en los pasadizos oigo de rebote. Gran Alcornoque saca la polla en un baile y se pone a silbar en tono burlón: todos ríen. Chicas del norte vendrán algún día a rescatar a la especie de sí misma: hasta entonces beberemos la sangre salpicada de escarcha que venden en los atestados embotellamientos del hipermercado místico, diario, acolchado. Repetición en el sonido enduerme nuestro dolor enamorado del éxtasis y así seguimos: engañados entre poderes insignificantes en realidad. Lo hago por mí, no por vosotros: así tenéis la pista fácil recién molida que os sirve para el tranquilo trasiego diario. Seguid follando nubes para temblar menos. Hasta la siguiente evacuación, dócil ganado. Vamonos, Baby Blue!".
Luego el día se diluyó entre las típicas trivialidades y algún pensamiento regalado al frío. Un ojo a la red social encostrada en la espalda del mundo; una música que suena de repente para aliviar los sonidos del exterior; una cápsula de diálogo que rellena cualquier pequeña grieta que empieza a abrirse.
Esta mañana enciendo la tv y veo a la Gainsbourg en una peli francesa de la que no recuerdo el nombre. Comedia, sin substancia, pero la tía llena la pantalla y me dan ganas de escribir algo que nada tiene que ver con ella?.
Y escribo: "Hay agujeros en medio de la bruma que vi. Me hizo pensar en los vacíos del mundo, tan llenos de nada que quieren colapsar sobre sí mismos. Submarinos se mueven entre reflejos acuosos cazando reluctantes ondas humanas que incitan al asesino desde el abismo. Los colores de la tribu que avanza entre la hierba alta no significan más que la cucharilla, ahora, revolviendo el café sin mácula. Es una pena que la premura por llegar haga menos comprensible el viaje entre tambores con mensajes inenarrables sobre la falta de ritmo, pensamiento, ilusión y desastre. -Charlotte -me digo sin que sufran los nervios-. Ayes en los pasadizos oigo de rebote. Gran Alcornoque saca la polla en un baile y se pone a silbar en tono burlón: todos ríen. Chicas del norte vendrán algún día a rescatar a la especie de sí misma: hasta entonces beberemos la sangre salpicada de escarcha que venden en los atestados embotellamientos del hipermercado místico, diario, acolchado. Repetición en el sonido enduerme nuestro dolor enamorado del éxtasis y así seguimos: engañados entre poderes insignificantes en realidad. Lo hago por mí, no por vosotros: así tenéis la pista fácil recién molida que os sirve para el tranquilo trasiego diario. Seguid follando nubes para temblar menos. Hasta la siguiente evacuación, dócil ganado. Vamonos, Baby Blue!".
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