Caramelo se fue paseando al lado del borde y gimió al ver la ola romper. Un calvo nazi pasó al lado y le dirigió una mirada fría, amenazante: resolvió matarlo.
Con las manos ensangrentadas siguió su camino. Después de unos minutos, una chica, anglosajona con seguridad, se cruzó en su destino incierto y fintó, creando esa confusión absoluta en la que dos bailan: decidió violarla.
Se limpió el semén en acto reflejo antes de impulsarse por última vez y canturreó algo. Respirando profundamente se lanzó de cabeza al mar que, sádico, castigaba la roca.
Nadie lo ha vuelto a ver. Bueno... Pogo el Payaso sí; él sí, claro. Fiesta de cumpleaños en el infierno.
Con las manos ensangrentadas siguió su camino. Después de unos minutos, una chica, anglosajona con seguridad, se cruzó en su destino incierto y fintó, creando esa confusión absoluta en la que dos bailan: decidió violarla.
Se limpió el semén en acto reflejo antes de impulsarse por última vez y canturreó algo. Respirando profundamente se lanzó de cabeza al mar que, sádico, castigaba la roca.
Nadie lo ha vuelto a ver. Bueno... Pogo el Payaso sí; él sí, claro. Fiesta de cumpleaños en el infierno.
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