En experimental, como siempre, aquí John Doe. Es una entrada más para vomitar, asistir a la coronación de la verdad sin verdad, a medias y porque lo demanda el intestino. Me avala el terror de la vida recorrida a tientas en plan pesadillisíaco y la entereza de reconocerme enfermo dentro de enfermos.
A veces me levanto con algún 'pero' que se va a poco que la niebla entre mundos tenga algo que decir; y siempre lo tiene: porque no hay un día en el que no escuche al tiempo contarme la única milonga válida, sostenida en esa inamovible red de araña que todos conocen pero que pocos admiten.
Me da lo mismo recopilar en corto-abstracto para pegarlo luego en el mundo virtual. Es una terapia-cosa consistente en esparcir sin control en el sexo de internet. Al final me pierdo en una ufología propia cercana al anti-coleccionismo que dejará un buen rastro: limitado, revelador, saciante.
Siempre me despido porque no os merecéis más. Luego recuerdo que tengo que seguir desaguando la poza infecta que os mantiene rollizos para ella.
Hasta mañana, adictos a la comezón.
A veces me levanto con algún 'pero' que se va a poco que la niebla entre mundos tenga algo que decir; y siempre lo tiene: porque no hay un día en el que no escuche al tiempo contarme la única milonga válida, sostenida en esa inamovible red de araña que todos conocen pero que pocos admiten.
Me da lo mismo recopilar en corto-abstracto para pegarlo luego en el mundo virtual. Es una terapia-cosa consistente en esparcir sin control en el sexo de internet. Al final me pierdo en una ufología propia cercana al anti-coleccionismo que dejará un buen rastro: limitado, revelador, saciante.
Siempre me despido porque no os merecéis más. Luego recuerdo que tengo que seguir desaguando la poza infecta que os mantiene rollizos para ella.
Hasta mañana, adictos a la comezón.
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