Hola a todos desde el mundo extraño en el que me levanto cada mañana. Soy John Doe y retransmito desde el canal menos humano que habéis escuchado jamás. En mi lata de ruido suenan voces que nos hablan de un cambio a través del es(P)asmo. El cielo c(U)bierto me recuerda que no tengo que preparar ningún equipaje para cuando toque viajar: odio esas grandes ma(L)etas a punto de reventar por car(G)(A)rla(S) demasiado con cosas que no sirven para morir bien.
Quiero invocar al dios de la energía perdida y el ojo por ojo; y tú quieres seguir caminando antes que el recordatorio te deje tieso en algún lugar de esta miseria consentida. Lo sé... mala cosa el miedo cuando no hay posadero adecuado para mirar alrededor buscando respuestas. John mostrará gentilmente el atajo si le ayudas a esparcir un poco más de gravedad. Más tarde, cuando hayas escuchado el eco dentro de tu caja torácica, me acercaré para susurrarte al oído lo que has olvidado entre vértigo, incomunicación y vacío.
Demasiado solos, considero, para daros cuenta. John Doe sigue entrenando el control de la cuántica.
Quiero invocar al dios de la energía perdida y el ojo por ojo; y tú quieres seguir caminando antes que el recordatorio te deje tieso en algún lugar de esta miseria consentida. Lo sé... mala cosa el miedo cuando no hay posadero adecuado para mirar alrededor buscando respuestas. John mostrará gentilmente el atajo si le ayudas a esparcir un poco más de gravedad. Más tarde, cuando hayas escuchado el eco dentro de tu caja torácica, me acercaré para susurrarte al oído lo que has olvidado entre vértigo, incomunicación y vacío.
Demasiado solos, considero, para daros cuenta. John Doe sigue entrenando el control de la cuántica.
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