lunes, 8 de junio de 2015

John Doe en contacto l Entrada 90

¿Me llevas al campo de flores de sangre? -preguntó. Nada pude contestar, tan empalmado como estaba esperando la visión ciclópea que contó Lovecraft. Quise irme a Celephaïs volando bajo el techo de cielo color ceniza que auguraba realidades húmedas, aquí, en esta vida tan carente de todo. 

Me puse el 'Remember Tomorrow' de Iron Maiden para viajar despierto por encima de cúpulas cortantes sostenidas por cimientos de fuego. Luego los vi, ya dormido: enredando sus alas con el trueno mientras copulaban destrozando los cuerpos en el proceso: volteando, riendo, chillando en una lengua oscura que yo debería aprender para trascender las luces y llegar al entendimiento último que salvaguarda a los primigenios.

'Quiero unas alas de ceniza para quemarlos a todos' -grité. Ellos se congelaron en aquel vacío y me miraron desde las cuencas eternas labradas en sus cráneos descarnados. Y allí que uno descendió en picado gritando la frase de la creación última, hermosa, eterna. Ya frente a mí, le susurró algo a la no-materia que soy, cuidando los acentos, avivando brasas en el aura, arañando el retorcido entendimiento por encima de negros mares de perdición. 'Gracias' -fue lo que dije a continuación-. Gracias por contarme la verdad.

Ahora estoy sentado delante de la estatua de Lucifer..., esperando el momento..., orando en silencio para quemarlos a todos en las brasas del conocimiento.

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